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Crónica de la vacuna anti-COVID 19 (18-07-2021). ¿Por qué se están infectando personas ya vacunadas?

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En España, el pasado viernes, 16 de julio eran 23,37 millones las personas  que  habían  recibido la pauta completa de vacunación (el 49,3% de la población), ya sea con la vacuna de Pfizer, Moderna, AstraZeneca o la monodosis de Janssen. A pesar de ello,  comienzan a darse nuevos casos de coronavirus entre los ya  vacunados y se baraja la posibilidad de administrar una tercera dosis de refuerzo para reducir los contagios. En este artículo se analizan la posibles causas del fenómeno.

 

La variante Delta del virus, caracterizada por una mayor facilidad para transmitirse, ya es dominante en España. Aunque todas las vacunas son efectivas contra las actuales mutaciones del coronavirus, los científicos se preguntan si la edad y el paso del tiempo desde la primera dosis influye en los anticuerpos y los efectos de las vacunas.

 

Primer factor: la edad.

Se están detectando nuevo brotes de COVID en residencias de ancianos de toda Europa. La buena noticia es que su incidencia medida en número de fallecimientos,  dista mucho de ser la que hubo al principio de la pandemia, no deja de ser una tendencia preocupante. Como si no pudiéramos dar ningún terreno contra la pandemia como verdaderamente conquistado.

Lo cierto es que la mayoría de los casos se están dando sólo en personas muy mayores que se vacunaron a principios de año.

 

Segundo factor: Inmunosenescencia.

Los inmunólogos señalan a la inmunosenescencia, el envejecimiento del sistema inmune como posible respuesta a los contagios entre las personas ya vacunadas. “Con el envejecimiento, también envejece el sistema inmunitario, por tanto las personas más mayores tienen una peor respuesta tanto a las infecciones como a las vacunas. Y es posible que, algunas de ellas, sean susceptibles de necesitar una tercera dosis en el futuro para una mejor cobertura”, señala el inmunólogo Alfredo Corell al diario Nius.

 

Tercer factor: posible pérdida de anticuerpos.

Otro de los factores que podría influir en los contagios entre vacunados es la pérdida de anticuerpos desde la aplicación de la primera dosis. A pesar de que ya hayan pasado seis meses para las personas que se vacunaron en enero, Corell señala que no parece que haya “una pérdida de anticuerpos” con el paso del tiempo, pero que “tampoco hay que jugar todas las cartas a los anticuerpos neutralizantes”.

Las células T y B de memoria pueden producir una respuesta inmune si se da una nueva infección por coronavirus, por lo que podríamos estar hablando de una inmunidad que dure años o toda una vida frente a la COVID-19.

 

¿Será necesaria una tercera dosis?

Esta semana los responsables de Pfizer se reunieron a puerta cerrada con la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) para valorar la tercera inyección de su vacuna, que podría incrementar los anticuerpos hasta diez veces más.

Esta hipótesis  ya se ha convertido en realidad en Israel: se administrará una tercera vacuna a los adultos de riesgo. Según los datos que baraja el Ministerio de Sanidad de Israel, la mayoría de los vacunados que ahora han recaído recibieron la dosis en enero y se han infectado con la variante delta.

Aunque, por el momento, no cabe pensar que en población general sana haya que ser revacunada la población más vulnerable -personas con menos defensas, bien por su edad o por tener alguna patología conconmitante- sí es posible que pueda necesitar recibir una dosis de refuerzo en un plazo breve.

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