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Crónica de la vacuna anti-COVID (13-06-21): G-7, tres conclusiones, tres decepciones.

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Las siete potencias participantes en la reunión del G-7 –Alemania, Italia, Francia, Estados Unidos, Canadá, Japón y Reino Unido, además de la UE– han acordado que durante el próximo año donarán dos mil millones de dosis de vacunas. De la liberalización de patentes no se ha hablado, pese a la promesa del presidente Biden de sacarla a adelante. A la investigación del origen del virus, una blanda referencia.

 

 

Donación insuficiente

 

El primer ministro británico Boris Johnson ha adoptado un compromiso de entrega de vacunas que será posible gracias al trabajo con el sector privado, el G-20 y otros países, según ha anunciado.

 

“Hace una semana, pedí a mis colegas del G-7 ayuda para preparar y distribuir las dosis que se necesitan para vacunar a todo el mundo a finales de 2022. Hemos comprometido la entrega a los países pobres de alrededor de mil millones de vacunas, bien a través de Covax, o bien a través de la donación directa de los distintos países”, anunciaba el mandatario.

 

Este acuerdo sin embargo va acompañado del reconocimiento esta cifra se queda corta. La Organización Mundial de la Salud estima necesarios 11.000 millones de dosis para inmunizar al 60% de la población global, pero el G-7 se comprometen a ir aumentando más adelante las cantidades.

 

Varias voces, entre ellas las del Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres consideró que el plan es insuficiente. «Necesitamos más que eso», dijo y añadió: «Necesitamos un plan global de vacunación. Necesitamos actuar con lógica, con sentido de urgencia y con las prioridades de una economía de guerra, y todavía estamos lejos de lograrlo».

 

Ni debate sobre la “liberación”de patentes, ni compromiso de transferencia de tecnología.

 

De la reunión ha quedado fuera el debate sobre la liberalización de las patentes de las vacunas, como impulsó en un principio la Administración estadounidense. Las reticencias de países como el Reino Unido o Alemania, con gigantes farmacéuticos implicados, han derivado el debate hacia otras soluciones. “Creo que lo más inteligente, y el modo correcto de enfocar este asunto, es facilitando la fabricación de las dosis en otras partes del mundo, especialmente en África, y distribuyendo las vacunas a precio de coste, como se ha comprometido AstraZeneca”, explicaba Boris Johnson en su comparecencia ante los medios.

 

El G7 manifiesta su intención de adoptar medidas para desarrollar “la capacidad de fabricación en todos los continentes; mejorar los sistemas de alerta temprana; y apoyo a la ciencia en una misión para acortar el ciclo para el desarrollo de vacunas seguras y efectivas, tratamientos y pruebas”.

Investigación sobre el origen del virus

Asimismo, el G7 también respalda la iniciativa de la Organización Mundial de la salud  para una nueva investigación sobre los orígenes de la pandemia de coronavirus. “Pedimos un asesoramiento oportuno, transparente, dirigido por expertos, así como la Fase 2 del estudio sobre los orígenes (de la pandemia), China incluida, como recomiendan los propios expertos”, según el comunicado final.

En suma, un G-7 en el que ha faltado una plan definido y un compromiso claro para la lucha contra la pandemia.

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