Los profesores de Química tenemos el deber y la responsabilidad de enseñar Química y con ese objetivo entramos todos los días en las aulas, para encontrarnos con nuestros alumnos e intentar despertar en ellos el interés por esta disciplina apasionante e indispensable para el desarrollo de la sociedad.
Desde hace bastantes años, la participación en las Olimpiadas de Química ha constituido una actividad complementaria a las clases de Química ya que representa un estímulo y apoyo importante para el estudio de esta materia. Gracias a estas olimpiadas, tuve la grandísima suerte de conocer a Fernando Latre, un PROFESOR DE QUÍMICA, cuyo nombre está íntimamente asociado a la organización de las Olimpiadas de Química de la Comunidad Valenciana, las Fases Nacionales de Castellón (2008), Valencia (2011) y Alicante (2013), así como Fase Iberoamericana celebrada en Castellón (2004). Su aportación a todas estas olimpiadas ha sido tan importante y exitosa que podría decir, sin miedo a excederme, que, sin la contribución de Fernando, las Olimpiadas de Química en la Comunidad Valenciana, no tendrían la relevancia que ahora tienen.
Fernando, con su ejemplo, enseñó a muchos de nosotros que para fomentar la participación de los estudiantes en esta actividad totalmente voluntaria –no podría ser de otra manera– había que realizar, de forma desinteresada, una cantidad considerable de trabajo adicional, de esfuerzo y estudio, así como impartir cientos de horas de clases “extra” y de tutorías, tanto en la propia casa como virtuales, que servían para la preparación de las pruebas de la fase local, en la que se seleccionaba a los representantes de nuestros distritos universitarios que acudían, con mucho éxito, a la fase nacional, como prueba la cantidad de medallas cosechadas por ellas y ellos en las mismas. Obviamente, no todos los estudiantes podían clasificarse, sin embargo, los que participaban, independientemente de que lograran o no su clasificación y medalla, tenían la recompensa de lo que habían aprendido en el camino y la satisfacción del trabajo bien hecho.
Fernando, me has enseñado una manera de trabajar. Con tu generosidad, altruismo y capacidad de trabajo has marcado un camino. Me has regalado su amistad. Para mi ha sido un privilegio y un orgullo haberte podido acompañar en este camino. Por todo ello, te doy las gracias, Fernando.
Sergio Menargues
Vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Químicos de la Comunidad Valenciana